Guía de jardinería

No es el jardín el que hace al jardinero sino al contrario y el buen jardinero encuentra tierra para cultivar aunque sea en unas pocas macetas y jardineras. Si te gusta comer tus verduras, hortalizas y frutas y no dispones de un jardín en condiciones para ello te vamos a mostrar cómo puedes hacerlo en unos sencillos contenedores. Sólo necesitarás un mínimo espacio, una pequeña terraza o un balcón donde instalar tus macetas. Puedes usar macetas de barro o de plástico, éstas son más baratas, pero seguro que con el tiempo preferirás las de barro pues permiten respirar mejor a las raíces de las plantas. Y ten siempre presente que tus plantas necesitan agua para desarrollarse y fructificar. El agua es el principal componente de los vegetales y les resulta imprescindible.

Antes que nada debes reunir los suministros necesarios:

• macetas y jardineras de distintos tamaños
• sustrato
• una regadera
• cordel o alambre para sostener a las trepadoras
• semillas o planteles de vivero

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El apio es un ingrediente de gran personalidad en muchos platos y además es una inestimable ayuda en las dietas de adelgazamiento. Cuando queremos cuidar nuestra alimentación lo más complicado suele ser evitar comer entre horas. El apio es también entonces de inestimable ayuda pues su consumo es satisfactorio, es crujiente, aromático y saciante y no aporta apenas calorías.

Para nuestro consumo no necesitamos realizar una gran plantación de apio, con unas pocas plantas tendremos más que suficientes e incluso podemos cultivarlo en macetas. Seguiremos estos pasos para su cultivo:

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Se trata de una planta que se encuentra con facilidad en Europa, Asia y el Norte de África. Originaria de la cuenca mediterránea, su nombre científico es Rubus fruticosus, aunque popularmente se conoce como zarza, mora, mora de Castilla o zarzamora. También es frecuente encontrarlas en Ecuador, Colombia, Panamá, Centroamérica y México.

La zarzamora es una planta leñosa de casi 2 metros, de la familia de las rosáceas que se caracteriza por unos tallos flexibles llenos de espinas. Sus flores son blancas o rosáceas, se agrupan en racimos terminales y tienen un tamaño pequeño.

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Cultivar limoneros en maceta es fácil si tenemos en cuenta sus necesidades y las particularidades del cultivo. No es un invento moderno sino que tradicionalmente se ha llevado a cabo en distintos lugares del mundo, sobre todo en zonas de inviernos muy rigurosos era la única forma de cultivar limoneros. Como sabéis el limonero es un árbol muy sensible a las heladas y puede llegar a morir con una helada medianamente intensa.

La temperatura y la humedad de la tierra serán las grandes bazas a jugar en el cultivo del limonero en maceta. Ten en cuenta que la temperatura mínima que puede soportar es de -7ºC durante unos pocos días. En el otro extremo tenemos el calor del verano que cuando es fuerte puede producir una rápida evaporación sobre todo si la maceta es de barro. Una de cerámica esmaltada será más adecuada para que la tierra retenga mejor la humedad. De todos modos en verano la frecuencia de riego debe ser alta, más que cuando el árbol se cultiva en tierra. El limonero tampoco soporta bien la sequía así que debemos estar muy pendientes o instalar un sistema de riego por goteo.

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Aunque las plantas adquieren del suelo todos los nutrientes que necesitan para su ciclo vital, hay ocasiones en las que no es así. Esto se debe, bien porque se trata de plantas propias de otro tipo de suelo, o porque el sustrato ha sido diezmado y no se encuentra en su mejor momento. En cualquier caso, es necesario contribuir a su mejora. Para ello se emplean los fertilizantes.

Los abonos minerales son compuestos de diferentes sustancias que aportan nutrientes a las plantas, lo que asegura su correcto desarrollo. Estas soluciones nutritivas se pueden confeccionar de manera orgánica o inorgánica. La primera es sostenible y artesanal (por ejemplo el compost), mientras que la segunda se obtiene como resultado de un proceso de síntesis realizado en fábricas.

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El cultivo de nuestro propio jardín de hierbas aromáticas nos dará enormes satisfacciones, sobre todo si lo comparamos con el esfuerzo y la inversión que requiere. Pocos cultivos hay tan fáciles y agradables, no necesitamos siquiera jardín ya que podemos cultivar hierbas aromáticas en cualquier rincón luminoso de la casa. Una jardinera o unas pocas macetas y tendremos suficiente aporte para animar y alegrar nuestros platos con un buen surtido de aromáticas.

Pero los jardineros noveles suelen cometer algunos errores, muy fáciles de subsanar por otra parte, que les suelen conducir al fracaso y al desánimo. Vamos a ver a continuación los diez errores más comunes en este tipo de cultivo.

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