Las plantas anuales o de estación, son las que se usaban en la antigüedad para dar color al jardín; una vez al año florecían y llenaban de vida el paisaje, y finalmente daban semillas. Estas plantas son de las más fáciles de cultivar, y la mayoría florece en la primavera o el verano.
En caso de no tener el tiempo o el espacio para cultivarlas, la solución es comprar plantines en el vivero. Estas vienen envasadas en recipientes de diferentes tamaños; cuanto más grandes más caros.
Si elige ejemplares de la misma especie en dos o tres colores, logrará mejores efectos. Como ventaja los plantines presentan la ventaja de dar color inmediatamente y la desventaja de que deben ser repuestos en cada estación. Son ideales para macetas o jardineras. En estos casos, la tierra debe de ser rica en materia orgánica y debe presentar un buen drenaje. Las de maceta requerirán un riego más asiduo porque se deshidratarán más fácilmente. Al comprar plantines de estación al comienzo de temporada (abril para los de invierno y setiembre para los de primavera-verano). A la hora de elegir, elija las plantas con más pimpollos y menos desarrolladas.
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