Consejos para un trasplante exitoso Artículo Publicado el 16.08.2012 por Libelula, 1 comentario
Para que el trasplante de nuestras plantas tenga los menores riesgos posibles podemos tomar algunas medidas y seguir estos consejos prácticos a saber:
Para que el trasplante de nuestras plantas tenga los menores riesgos posibles podemos tomar algunas medidas y seguir estos consejos prácticos a saber:
La mayor superficie del planeta Tierra está ocupada por los mares, en ellos hay muchísimas riquezas que el hombre ha aprendido a usar tanto como alimento directo como para aumentar la producción de alimento en tierra. Ya en el siglo IV se usaban en Asia las algas para fertilizar la tierra.
En Europa se tardó bastante más en introducir esos usos, pero en el siglo XIX estaba muy extendida la fertilización con algas. Luego llegaron los abonos químicos y se perdió esa costumbre, ahora con la preocupación por el medio ambiente y la ecología se está recuperando la fertilización con algas y otros productos de origen marino.
Las piedras son un elemento muy importante en la elaboración del jardín. Sus usos pueden ser desde constructivos y estructurales hasta simplemente decorativos. Además de las clásicas y conocidas rocallas aquí os presentamos otros usos de la piedra en el jardín.
La piedra es un material ideal para la realización de caminos en el jardín, para la entrada, etc… nos facilitará la deambulación entre las distintas partes del jardín, sobre todo en época de lluvias y también evitará la compactación de la tierra al ser pisada. Desde el punto de vista decorativo es una alternativa que da un aspecto rústico al jardín.
Cuando planificamos nuestro jardín nos preocupamos principalmente de su impacto visual pero olvidamos muchas veces que las plantas tienen otras armas como es el aroma que desprenden. Sabemos que tanto el color como el aroma de las plantas son mecanismos para atraer o repeler a los insectos, según les sean estos beneficiosos o no. Podemos por tanto darle una nueva fragancia a nuestro jardín eligiendo especies olorosas.
La flor aromática por excelencia es la rosa, ella sola es capaz de llenar un jardín con su intenso aroma. Es todo un clásico y no puede faltar en ningún jardín.
El lirio japonés es una de las más de doscientas variedades de iridáceas que existen, su nombre científico es «iris japonica». Es una variedad originaria de China y Japón que llegó a Europa a finales del siglo XVIII.
Se caracteriza por su flor pequeña blanca con marcas azules y amarillas y guardan un cierto parecido con las orquídeas. Las flores se presentan agrupadas en inflorescencias abiertas o racimosas.
Las «malas hierbas» que crecen en nuestro jardín nos pueden ayudar a entender lo que le está pasando a la tierra. Es lo que científicamente se llaman bio-indicadores. Esas hierbas silvestres, siempre que sean dominantes y abundantes, nos indican qué tipo de suelo tenemos y nos marcan los excesos o carencias que sufre. Ya que las plantas silvestres se reproducen cuando encuentran las condiciones adecuadas según sus particularidades.
Para el jardinero conocer los bio-indicadores le ayudará a reconocer las necesidades del suelo de su jardín. Así la correhuela (convolvulus arvensis), cuyos rizomas y tallos rastreros tienen preferencia por los suelos arcillosos y ricos en nitrógeno, nos estará avisando de un exceso de fertilización en nuestro jardín.
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