Guía de jardinería

El narciso, también conocido como Narcissus, es uno de los últimos bulbos en florecer. Del invierno, su floración se extiende hasta entrada la primavera, por lo que resulta muy buscada para los jardines: una combinación irresistible de flores espléndidas en colores pálidos.

A medida que van cobrando tamaño, las vivaces de talla alta y delicada necesitan soportes que les impidan doblarse, y así resalten todo su esplendor. Para elegir, te presentamos tres sistemas diferentes, que te permitirán solucionar de la forma más conveniente las situaciones más diversas, de la forma más eficaz.

Para guiar matas altas y delgadas, este sistema es ideal. Primero, debes clavarlos al pie de los ejemplares, y atarlos a los tallos formando ochos con una cuerda.

El crocus, es una bella planta perteneciente a las bulbosas, que posee unas flores muy llamativas de variados colores: blanco, amarillo, rosa o malva, son los más comunes. Esta flor se caracteriza por su belleza, ya que el caliz es alto y estrecho.

Esta forma de multiplicar tu planta, es una de las más sencillas de todas, ya que lo primero que se debe hacer, es realizar un corte en el tallo de la planta que se va a propagar, poner este en contacto con sustrato de buena calidad, y esperar a que este produzca raíces y, por último, separar el extremo del tallo de la planta madre. Con este modo de plantación, el éxito está asegurado.

Ahora, te damos el paso a paso

Las plantas acidófilas son aquellas que necesitan de tierra ácida para garantizar un crecimiento rápido y una floración prolongada, como la camelia. Se trata de una mezcla de turbas, tierra de bosque y arena no alcalina.

La caléndula, es una planta originaria de las regiones mediterráneas, y posee unas flores muy vivas y llamativas.
Sus hojas, lanceoladas, tienen un verde fuerte y son muy aromáticas. En tanto sus flores forman cabezuelas grandes en relación al tamaño de la planta, de colores como el amarillo, el naranja, el cobrizo y mezcla de los anteriores.