Si deseas añadirle a tu jardín un gran colorido, la Physostegia virginiana, también conocida como Planta obediente, puede ayudarte. A fines del verano y principios del otoño, su follaje se verá coronado por sofisticadas flores tubulares de color rosado, blanco y lavanda. Sigue leyendo para conocer sus cuidados.
La planta Lychnis coronaria le proporcionará un gran colorido a tu jardín con sus hermosas flores en tonos blanco, rosa y magenta. Si quieres conocer sus cuidados y cultivo, continúa leyendo este post.
El Galium adoratum, también conocido como Aspérula, puede ser una valiosa adición para tu jardín de sombra. La aspérula se cultivó originalmente por el dulce aroma que desprenden sus hojas y, antiguamente, se utilizaba como ambientador. También tiene usos medicinales y es comestible (se dice que tiene un sabor similar a la vainilla), pero como bien es sabido, antes de utilizar una hierba medicinal, hay que consultar con el médico. Si quieres conocer los cuidados y cultivo del Galium o Aspérula, sigue leyendo este post.
La Eutrochium purpureum, también conocida como hierba de Joe Pye, es una planta de flores silvestres que, en la antigüedad, se utilizaba para disminuir la fiebre y otras enfermedades. Sus hojas en forma de lanza crecen alrededor del tallo verde en forma de espirales y, sus flores, están compuestas por 5-8 flores pequeñas y brácteas de color rosa a malva con aroma a vainilla. Si quieres conocer sus cuidados y cultivo, sigue leyendo este post.
Si estás buscando una flor bonita pero tolerante a la sequía, estás en el post indicado, porque en esta ocasión te voy a hablar sobre los cuidados y cultivo de la Delosperma o planta de hielo. Las flores de esta planta le añadirán un toque de color brillante a las partes más áridas de tu jardín y su cuidado es súper fácil. Sigue leyendo para aprender más.
Las flores de la Clarkia, también conocida como Godetia, obtienen su nombre de la expedición “Lewis y Clark”. El gobernador territorial, militar y explorador estadounidense William Clark descubrió la planta en la costa del pacífico de Norteamérica y trajo especímenes cuando regresó. No obstante, no se dio cuenta hasta que en 1823, otro explorador llamado William Davis, la redescubrió y esparció las semillas. Desde entonces, la Clarkia ha sido una de las flores más populares de las cabañas y los jardines de corte.
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