Guía de jardinería

El género Echinacea se compone de varias especies de plantas herbáceas perennes. El origen de las equináceas se encuentra en el este de Norteamérica. Tienen un cierto parecido con las margaritas pero el disco central es más abultado y sobresale por arriba, mientras los pétalos se doblan hacia abajo.

Arriba echinacea «green jewel» de unos 90 cm de altura. Florece durante casi todo el verano, prefiere la exposición al sol y en cuanto al suelo lo prefiere rico en humus. Las equináceas suelen plantarse en arriate, les gusta el sol y el suelo con buen drenaje.

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Está técnica es la que tiene mayor propagación para la mayoría de los árboles, arbustos y trepadoras. Gajos, son aquellas porciones vegetativas de la planta que, en condiciones propicias de luz, temperatura, humedad y suelo, tienen la capacidad de regenerar un individuo idéntico a la madre.

Si bien la luz debe ser abundante, no se recomienda una exposición directa. La temperatura debe oscilar entre los 18 y 21 ºC en las hojas. La humedad debe ser alta. Por este motivo, es necesario pulverizar las hojas para mantenerles una película de agua y evitar la deshidratación. El suelo debe poseer en iguales cantidades turba, tierra zarandeada y arena de río. Es muy importante seleccionar el material con mucho cuidado. Hay que buscar plantas sanas y fuertes para evitar que los brotes presenten enfermedades y plagas.

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La vermiculita es un mineral que pertenece a la familia de las micas. En su composición química se hayan silicatos de aluminio, magnesio y hierro. Cuando se la somete a altas temperaturas se expande y exfolia, adquiriendo una forma como de gusanos de color parduzco, de ahí su nombre, con reflejos metálicos.

La vermiculita tiene una densidad muy baja, su ph es neutro e incorporada al substrato favorece la aireación, además tiene una gran capacidad de absorción del agua. Es uno de los fundamentos del método de cultivo del pie cuadrado.

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Hace unos días os presentamos algunos tips para tener un bonito jardín orgánico, sin contaminar, cuidando nuestras plantas y a los que lo visiten. Hoy les proponemos conocer mejor algunos de los plaguicidas y abonos que pueden preparar ustedes.

Muchas plantas poseen principios activos que pueden ahuyentar o controlar una plaga. Existen diferentes tipos de preparados de elaboración casera que podemos hacer nosotros mismos y que protegerán a nuestro jardín orgánico.

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La geissorhiza radians es un género de plantas iridáceas que comprende unas 84 especies, vulgarmente conocida como «Wine cup«, copa de vino. Esta rara joya procede de Sudáfrica y su falta de envergadura la suple con una floración bellísima.

Las flores, que aparecen mediada la primavera, presentan una coloración muy original, el centro es de color rojo fuego intenso y la parte superior violeta; ambos colores separados por una línea blanca bien definida. Esta distribución tan peculiar del color es una estrategia que ha desarrollado la planta para atraer a los insectos polinizadores.

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El género clematis está formado por cerca de 280 especies diferentes entre trepadoras y herbáceas de tallo leñoso. La mayor parte de estas especies son de hoja caduca, aunque también las hay perennes. Las variedades trepadoras son muy usadas en jardinería para adornar pérgolas y otros soportes con estas plantas que florecen durante todo el verano con flores muy llamativas.

Para plantar la clemátide que hayamos elegido de entre todas esas variedades prepararemos el terreno eliminando todas las malas hierbas, raíces y piedras que pudiera haber. Cavar un hoyo ancho y profundo, de un tamaño el doble que el cepellón de la clemátide que vayamos a plantar.

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