Guía de jardinería

La aldrovanda vesiculosa es una planta carnívora que vive en las aguas ácidas de Europa y Australia. Popularmente se conoce también como rueda de agua.

Se trata de una planta herbácea pequeña (raramente supera los 20 centímetros) que se caracteriza por tener una vejiga natatoria que le permite estar cerca de la superficie del agua para poder cazar a sus presas con sus pegajosas hojas. Posteriormente se las come con sus lóbulos rodeados de dientes (que también se encuentran en las hojas de esta planta).

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El cálamo acuático es una planta acuática cuyo nombre científico es Acorus Calamus y pertenece a la familia de las Acoraceae. Tiene un cierto parecido con los juncos debido a sus largas hojas afiladas. Es una planta alta que puede llegar al metro de altura.

Es una planta originaria de Europa que se ha adaptado a las regiones boreales del planeta. Sus hojas son fragantes y tienen un aroma que recuerda al de la mandarina. Sus raíces son rizomatosas y en la antigüedad se usaban los tallos para hacer cálamos de escritura.

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La amapola de agua (Hydrocleys nymphoides) es una planta acuática que tiene una preciosa floración. Es una buena opción para decorar el estanque o incluso alguna porción de terreno encharcado que tengáis en vuestro jardín. Aunque es una planta originaria de la América tropical y subtropical crece bien en zonas de clima templado.

Las características particulares de su follaje, hojas pequeñas y coriáceas que flotan sobre el agua o se elevan ligeramente de ella, y el reducido tamaño de la planta, entre 15 y 30 cm, la hacen muy adecuada para estanques pequeños donde otras especies de hojas grandes y gran tamaño quedarían poco estéticas. Esta bella flor amarilla que produce la planta sólo dura un día pero a cambio nos regala con una continuada floración durante todo el verano y parte del otoño.

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Un estanque en el jardín aporta personalidad y originalidad. Pero no debemos limitar su presencia sólo al jardín, también podemos tener uno en nuestra terraza, balcón o galería. Siempre son el centro de atención y los grandes cambios que sufre y vive a lo largo del año y de las estaciones hace que podamos disfrutar de siempre de cosas nuevas.

Ahora bien, para instalar un estanque en el jardín o cualquier otro espacio, debemos comenzar a pensar en una serie de aspectos importantes como son: su tamaño, la forma, el agua, su mantenimiento y cómo cuidar de su salud.

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No sabemos con exactitud cómo eran los jardínes de la antigua India, antes de la invasión de los mogoles en el siglo XVI, pero podemos suponerlo por diversas fuentes históricas. En el jardín clásico de la India abundaban los árboles frutales y el agua era un elemento importante dada la climatología del país. Diseñados para crear un entorno íntimo, fragante y fresco donde poder evadirse del calor y el agobio. Los mogoles introdujeron el diseño geométrico y de estricta simetría de los jardines persas. Más tarde los ingleses aportarían su estilo propio, grandes extensiones de césped, aun a costa de un elevado consumo de agua.

El jardín que hoy identificamos como típico de la India está muy influenciado por el estilo que introdujeron los mogoles. Pasarelas elevadas, canales de agua, árboles frutales, flores y altos muros son algunas de las características que introdujeron los mogoles en la jardinería de la India.

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Si a través de nuestro jardín discurre un pequeño arroyo o lo recreamos nosotros mismos aquí va una ayuda para que podáis decorar ese espacio que tal vez os pueda parecer de difícil resolución pero que no lo es en absoluto. Vamos a ver cómo podéis hacer para que ese espacio acuático se convierta en un punto importante de vuestro jardín y le saquéis el provecho que se merece.

En primer lugar si disponéis de semejante maravilla en vuestro jardín, felicidades, en segundo vamos a ver soluciones para ese espacio. Lo más importante y básico es mantener a raya la tierra. Si hay un desnivel importante hemos de prevenir desmoronamientos de tierra y para ello podemos valernos de distintos materiales. Un enrejado de mibre puede ser una solución práctica a la vez que estética que evitará que los ribazos se corran con las lluvias. Lógicamente si la altura es importante habrá que hacer un trabajo previo de apuntalamiento con maderas o picas de metal o incluso echar mano del hormigón.

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