Guía de jardinería

El cultivo de guisantes, arvejas o chícharos es una actividad muy gratificante pues aparte de sus frutos nos aporta un toque decorativo a nuestra huerta de primavera. Sus flores, bellas y decorativas, aparecen ya en la primavera y unos 50 días después más o menos tendremos las vainas listas para la cosecha. Veamos pues cómo cultivar guisantes para disfrutar de una hortaliza sencilla pero con un sabor espectacular cuando la consumimos fresca y recién cosechada.

El guisante es una leguminosa y como tal tiene muchas virtudes nutritivas, es rico en proteínas, fibra, ácido fólico y vitamina A. En cambio es muy bajo en grasas y calorías. Y como todas las leguminosas, sus raíces, tienen la extraordinaria capacidad de fijar el nitrógeno en el suelo. Cosa que representa todo un regalo para los cultivos que realicemos después de su cosecha.
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El ginseng es una planta medicinal conocida desde hace miles de años en Asia donde se cultiva por sus raíces que se consumen frescas o desecadas. Esta planta perenne herbácea se puede cultivar en el jardín, si uno es paciente y respeta algunas reglas. Panax ginseng pertenece a la familia de las Araliaceae y es originario de Asia aunque hay otras especies que también crecen en América del Norte, Panax quinquefolius. El ginseng es a menudo llamado «la raíz de la vida» debido a sus múltiples propiedades terapéuticas.

Es una planta perenne con hojas de color verde oscuro, lisasy gruesas, con los bordes dentados. Después de 4 años de crecimiento, el ginseng florece en primavera y al final del verano formando pequeñas flores blancas en umbelas que después se convierten en los frutos del ginseng, unas bayas de intenso color rojo. Es un cultivo típico de climas templados y puede soportar heladas y sequías ligeras.
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En realidad hay muchas maneras diferentes para cultivar patatas y se puede elegir uno de acuerdo al espacio disponible y las necesidades. Si no tienes huerto puedes cultivar patatas en macetas, en una bolsa o en un cubo y si lo tienes puedes plantarlas en el suelo o en cama elevada. Te mostramos 10 maneras diferentes de cultivar patatas para que puedas escoger la que mejor se acomode a tus necesidades.

A pesar de lo que dicen algunas gentes no hay unas formas más productivas que otras, simplemente que muchas de las ideas se basan en la altura a falta de extensión y permiten obtener bastante cosecha al cultivar en diferentes alturas.
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Los jardines verticales están de moda y son en realidad una opción muy interesante para cuando no dispones de suficiente espacio horizontal. Esta pirámide va un paso más alla que los típicos jardines verticales pues te ofrece mucho más espacio de cultivo. Es necesario tener una cierta práctica con la madera pero básicamente sólo necesitas saber usar una ingletadora y un taladro.

Materiales:
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Acertar con el mejor momento para cosechar los ajos es fundamental para su posterior conservación y poder aprovechar así mejor su cultivo. Y como están bajo tierra precisamente resulta difícil saber, a simple vista cual es el momento idóneo para su cosecha.

Así como sus parientes las cebollas se puede dejar secar por completo la parte aérea de la planta antes de cosecharlas. En cambio con los ajos no sucede lo mismo pues de hacerlo los dientes de ajo se separan en exceso con todo lo que ello conlleva. Comienza a entrar humedad y se reduce tanto la calidad del ajo como sus posibilidades de conservación.
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La chia es una semilla que se ha popularizado mucho últimamente. Pero ¿sabías que puedes cultivar tu propia chia en tu jardín? Vamos a ver qué fácil resulta el cultivo y recolección de la chia para que puedas iniciar tu propio cultivo de este fantástico alimento. Tradicionalmente la chía se ha utilizado para calmar los nervios y fortalecer la memoria pero también es una gran fuente de energía gracias a su alto contenido de carbohidratos.

Las semillas de chía son una fuente muy alta de ácido oleico, ácido linoleico y ácido linolénico. Estos ácidos grasos fortalecen nuestro sistema inmunológico para ayudar a proteger el cuerpo contra virus, bacterias y alergias. El aceite de la chia tiene un porcentaje altísimo de ácidos grasos insaturados, alrededor del 75%, lo cual resulta muy beneficioso para el sistema cardiovascular.
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