Guía de jardinería

Saber cómo trasplantar las suculentas es necesario pues son plantas que crecen bastante deprisa y además que podemos reproducir fácilmente por esquejes. Si nunca has hecho esta operación puede que te entre un poco de miedo, no te preocupes pues las suculentas son plantas tremendamente resistentes y muy fáciles de trasplantar.

Supongamos que has comprado unas cuantas suculentas o crasas en un vivero y quieres trasplantarlas a tus macetas favoritas. Prepara una bolsa de sustrato para cactus y suculentas, saca las plantas de los contenedores en los que van y colócalas en las macetas. A continuación rellena los huecos con el nuevo sustrato. Como ves, muy sencillo todo. Hay que tener cuidado de no dañar las raíces, igual que al trasplantar cualquier planta. Aunque en este caso es fácil pues el sistema radicular es compacto y se manipula con facilidad.
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El suelo, su estructura, tipo y calidad son esenciales para tener un jardín o una huerta bien productivos. Con estos 6 consejos para tener un super suelo esperamos que podáis conocer mejor vuestro suelo y por tanto tengáis las armas andecuadas para saber cómo mejorarlo si fuera el caso.

1.- El color de tu suelo te dice mucho sobre él.

Un suelo oscuro nos está diciendo, por lo general, que es un suelo rico en materia orgánica. Ello se debe a la oxidación de los restos orgánicos presentes en la composición de dicho suelo.
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Existen muchas formas de cultivar nuestras hortalizas y de entender la horticultura, como la permacultura, la regenerativa, ecológica, todas validas como también lo es la forma en la que podemos disponer de nuestro huerto, algunas tienen mas ventajas que otras pero al fin y al cabo todas nos ayudan a cultivar hortalizas.

Una de la forma en la que podemos hacer nuestro huerto es con bancales elevados y una evolución de ellos serian los bancales cerámicos o con rasillones aunque se podrían hacer de cualquier otro material, los rasillones son un producto robusto y que podemos encontrar muy fácilmente, lo mejor de todo es que es mucho mas barato que la madera, por eso hemos elegido este material.
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Cuando en nuestra casa queremos hacer algún esqueje de una planta que nos gusta, como por ejemplo un rosal, una albahaca , o incluso un tomate, muchas veces nos da miedo que si cogemos una ramita de esas plantas y la ponemos en una maceta, no nos saque raiz, pues bien gracias a los enraizantes muchas veces estos problemas se pueden evitar, incitando a la planta sacar nuevas raíces y por lo tanto ponerse hermosa y frondosa.

Con los enraizantes, potenciamos que las plantas saquen raíces, consiguiendo de esta manera que muchos esquejes nos funcionen y tengamos nuevas plantas.
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Cada vez más jardineros están descubriendo las ventajas de no usar fertilizantes sintéticos en sus terrenos. Cuando se porfía todo a los abonos químicos se entra en una rueda que no puede parar, la tierra sólo tendrá nutrientes si abonamos con estos productos y no podremos cultivar nada sin ellos. Hemos hablado en ocasiones de la importancia de cuidar el suelo para que sea lo más sano posible. Y ésta es la única solución para tener un jardín sano, tener un suelo sano.

Hay muchos productos naturales que pueden sustituir a los abonos químicos pero los más importantes y básicos son los más clásicos. En primer lugar tenemos el estiércol curado, un abono orgánico con una secular tradición de uso. Contiene una altísima tasa de nutrientes que pueden absorber nuestras plantas directamente. Además estaremos contribuyendo a crear una buena estructura del suelo por la materia vegetal que suele llevar el estiércol y las colonias de bacterias y microorganismos que cumplen un papel fundamental a la hora de que las raíces puedan tomar el alimento del suelo.
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Si queremos tener un jardín o una huerta sanos y libres de plagas y enfermedades hemos de comenzar por tener un suelo sano. Esta sencilla máxima, un suelo sano para un jardín sano, nos va a evitar muchos problemas y trabajos así como gastos económicos. Hemos de crear un suelo vivo que nos garantice un correcto microsistema natural.

El suelo no es una base inerte sobre la que crecen las plantas, el suelo está o debe estar formado por materiales inorgánicos y por una gran parte de materia orgánica tanto viva como en descomposición. Conseguir y mantener un suelo perfecto con todas estas características no es difícil pero exige constancia. El suelo para estar sano debe contener una mezcla equilibrada de aire, agua, nutrientes y materia orgánica.
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