Jardines hidropónicos: qué son y cómo se realizan Artículo Publicado el 22.01.2015 por Carolina

Se conocen con el nombre de hidropónica a la agricultura que no utiliza el suelo para la reproducción de plantas. Quienes optan por este tipo de cultivo parten de la idea de que el suelo no es imprescindible para el desarrollo de las plantas, sino que el sustrato solo actúa como reserva de nutrientes minerales.

Así pues, las plantas que se crían con este método pueden hacerlo en sustratos o suelos pobres como la arena lavada, la grava, la fibra de coco, la piedra pómez, la lana de roca o la perlita agrícola; pues los minerales que necesitan los reciben disueltos en agua. También se pueden hacer directamente en agua.

Este método de cultivo es muy  popular en aquellas zonas en las que hay escasez de suelo para cultivo o donde las condiciones climáticas son adversas (donde se combina con el uso de los invernaderos). Incluso en cultivos que requieren suelos especiales como la planta de tabaco.

Si queremos tener un jardín hidropónico necesitamos: una fuente de agua que se distribuya a través de un sistema (puede ser un tubo cerrado), luz natural o artificial, recipientes con nutrientes concentrados, cabezales de riego y canales donde se depositarán los sustratos, las plantas que queremos cultivar, los conductos para aplicación del riego con fertilizante y el contenido que recibe del efluente.

Para hacer nuestro jardín debemos poner una cama de grava o de piedra sobre una bandeja. Hay que tener en cuenta que su profundidad debe permitir a las raíces tener un sitio de donde poder sostenerse. Luego se cubre con una capa de fibra de coco u otra sustancia similar sin nutrientes. Hay que abrir canales en la fibra de coco para que las semillas puedan germinar en su interior. Cuando se siembren las semillas deberemos regar la bandeja para que haya humedad suficiente.

Hay que colocar la bandeja donde reciba luz y calor constantes, al menos 6 horas diarias. Si se va a situar en el exterior hay que ponerla en un sitio donde esté protegido del viento, las lluvias intensas y el frío.

Si vamos a colocarlo en exterior, pero dentro de un invernadero lo mejor es mantener una temperatura media entre 15 y 18 ºC (en el sustrato  y en el ambiente). El mejor sistema de riego es aquel que se produce por micro aspersión o a través de nebulizadores.

Este tipo de cultivo se emplea, sobre todo, en interiores de viviendas, pues ocupan poco espacio, son fáciles de atender, no requieren suelo y no requieren el uso de plaguicidas.

Los cultivos más apropiados para multiplicar con este sistema de cultivo son: el repollo, el tomate, la lechuga, el pimiento, el pepino y la espinaca. También son aptos para el cultivo de plantas ornamentales.

Como principal inconveniente de este sistema hay que decir que las raíces no se oxigenan adecuadamente, por lo que hay que regular constantemente el ph del agua y los nutrientes.

Fotos: Pixabay.com ; senua-hydroponics.co.uk ; diynetwork.com