La alpinia zerumbet Artículo Publicado el 09.07.2014 por Javi
Nativa del este de Asia esta planta crece en las zonas de clima tropical, tiene un denso follaje de hojas grandes y lanceoladas que se disponen de forma alterna y opuesta a lo largo del tallo. En su ambiente natural la planta alcanza una altura respetable de hasta 3 metros. En invernadero, fuera de su ambiente natural esa altura se puede ver reducida a la mitad y en cultivo de interior no pasará mucho del metro de altura.
Para cultivar en interior se suele usar la A. zerumbet ‘variegata’ por la belleza de sus hojas y su menor tamaño. En cualquiera de los casos es una planta excepcional muy resistente a plagas y enfermedades. La alpinia necesita un suelo rico en materia orgánica, húmedo pero bien drenado. Se puede plantar en un lugar soleado pero que tenga también unas horas de sombra sobre todo en la parte central del día.
Sus flores son pequeñas y se agrupan en racimos al extremo del tallo floral que se comba con su peso. Son muy fragantes y de color blanco ceroso o rosado. Fuera de su ambiente natural puede cultivarse como planta anual si sus rizomas no soportan el frío del invierno. En este caso no podremos disfrutar de su floración pues ésta se da a partir del segundo año de vida de la planta.
En el caso que la cultivemos en interior necesitará un ambiente muy luminoso y una humedad ambiental bastante elevada.
Sus hojas son de buen tamaño, unos 60 cm de longitud por 10 cm de anchura. Tanto las hojas como las flores se usan para arreglos florales.
Una planta bastante polifacética que según la zona climática donde vivamos podemos tratar o usar de distintas formas. Para su reproducción podemos partir el rizoma de la planta o aprovechar los nuevos brotes del mismo. Al tener esta planta relación con el jengibre comprobaremos que su rizoma tiene un cierto aroma a dicho condimento.
Fotos: missouribotanicalgarden.org