La lavanda: cultivo y cuidados Artículo Publicado el 07.01.2015 por Carolina

Se trata de una planta aromática propia de la cuenca mediterránea, pero que se puede encontrar en todo el mundo. Es muy fácil encontrarla en zonas de climas templados.

La lavanda es un arbusto que alcanza un metro y medio de altura. Su principal característica son unas pequeñas flores de un suave color violeta que se organiza en espigas y que tienen un color intenso.

Las hojas de la lavanda no se renuevan todos los años ya que es una planta perenne. Tiene un tallo leñoso y corto que está cubierto de unos pelos cortos que le ofrecen un color grisáceo.

Si queremos cultivar lavanda en nuestro jardín debemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:

• Prefiere lugares secos y suelos calcáreos, muy arenosos y bien drenados. No se desarrollan correctamente los suelos arcillosos.
• Debemos colocarla en el sol pues requiere muchas horas de exposición lumínica.
• Es conveniente abonarla una vez al año con fertilizantes de liberación lenta.
• Es frecuente cultivarla con otras plantas aromáticas como el romero o el tomillo, por lo que podemos crear unas islas de este tipo de plantas en nuestro jardín.
• Florece a principios del verano. Si queremos recolectar sus flores para preparar aceites o infusiones debemos hacerlo a primera hora de la mañana.
• Hay que reservarla de las heladas ya que podrían acabar con la planta.
• Necesita una poda anual ya que, de lo contrario, se alarga adquiriendo un aspecto largo y leñoso poco equilibrado.
• Hay que mantener cierto grado de humedad en el suelo de la lavanda pero no exagerar, excepto en maceta donde hay que regarlas una vez a la semana. El mejor sistema para el riego cuando se encuentran en jardines es el goteo. En cualquier caso, las lavandas aguantan bien los ciclos de sequía.
• Para su reproducción se suelen emplear semillas. Primero se ponen en semillero y luego se trasplantan a suelos abiertos. Las semillas se suelen plantar al inicio de la primavera. En caso de que el clima sea frío se suele esperar al otoño. Tardan en germinar un mes y medio aproximadamente.

Hay ocasiones en las que la lavanda forma híbridos con otras plantas aromáticas. Son muy populares los híbridos con espliego o la alhucema. Estas nuevas plantas se denominan lavandines.

Los aceites de lavanda se emplean para muy diversos objetivos: baños relajantes, embalsamar muertos, tratar enfermedades de la piel y para matar parásitos como las pulgas de perros y gatos. También se usa para repeler insectos (es especialmente útil para ahuyentar moscas y mosquitos).

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