Las hormigas ¿amigas o enemigas? Artículo Publicado el 11.05.2015 por Javi
De las hormigas que podemos encontrar en nuestro jardín las únicas molestas para nosotros son las rojas pues tienen la mala costumbre de morder. El resto de especies son en general una buena compañía en el jardín pues como sabréis son unas consumidoras voraces de diversos insectos y además son unas grandes colaboradoras en el control del pulgón.
Los pulgones son para las hormigas como las vacas para nosotros, aprovechan la melaza que producen para alimentarse. Y para ello los protegen incluso de los insectos predadores y los conducen en busca de brotes tiernos para que se alimenten, como si fueran su ganadería, vamos. Por otra parte como decíamos son grandes consumidores de insectos y realizan una importante tarea de limpieza de su ecosistema.
El mayor inconveniente que pueden producirnos las hormigas es cuando se apropian de la tierra de una maceta para hacer su hormiguero. Al ser un espacio reducido pueden apoderarse por completo del mismo y dejar poco espacio a las raíces, la planta afectada lo notará de forma considerable y en poco tiempo. Es uno de los casos más extremos y la solución más eficaz será usar agua para desalojar en lo posible a estos incómodos huéspedes sin ahogar a la planta en la operación. Después habrá que instalar las macetas sobre una mesa cuyas patas se encuentren dentro de recipientes con agua o embadurnadas con una franja de grasa.
Si tenemos césped en el jardín y vemos que aparecen hormigueros en él deberemos valernos de un cepillo duro para tratar de destruir su obra. Hay obviamente soluciones químicas para combatir a las hormigas pero no son muy recomendables ni demasiado eficaces, ya que sólo afectarán a las hormigas que se encuentren en el exterior del hormiguero. En definitiva, las hormigas sólo representan un problema cuando la población es excesiva y sobre todo si afectan a las plantas cultivadas en macetas o a los frutales jóvenes.
