Lucha contra las plagas en agricultura Artículo Publicado el 30.05.2019 por Libelula
La Junta de Extremadura trabajará codo con codo junto a instituciones portuguesas para luchar contra las plagas y enfermedades que afectan a la agricultura de ambos territorios.
Este proyecto será desarrollado por la Dirección General de Agricultura y Ganadería, junto a la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro y la Dirección Regional de Agricultura y Pescas del Norte de Portugal.
Programa financiado con fondos Feder
Se trata de un proyecto cofinanciado por fondos europeos FEDER, que tiene como objetivo “desarrollar modelos matemáticos de previsión de plagas y enfermedades” a través de un procedimiento automatizado de captura de datos que “permita implementar un sistema de avisos personalizado para los agricultores, así como desarrollar estrategias para reducir los tratamientos fitosanitarios necesarios para mantener la sanidad de los cultivos”, aclaran desde la Junta.
Según desvelan desde este organismo, este proyecto va a permitir “mejorar el control de problemas fitosanitarios” tan importantes para la región, como son la langosta mediterránea, la piricularia o la pudenta del arroz. Al mismo tiempo que profundizará en el conocimiento sobre la presencia del cerambyx o de nematodo del pino en los espacios forestales extremeños.
Desde la Junta extremeña afirman que este proyecto, en su conjunto, “proporcionará información sobre una docena de plagas y enfermedades con incidencia en las regiones participantes”.
Cabe señalar que este proyecto se enmarca en la segunda convocatoria del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP), al que se presentaron 295 candidaturas de las que 96 han sido aprobadas.
Las cifras
Dicho sistema transregional de apoyo para el control de plagas y enfermedades en la agricultura tendrá un coste conjunto de 380.000 euros.
Según nota de prensa de la Junta de Extremadura, el presupuesto ascendería a 220.000 euros en la región, de los que algo más de 165.000 euros corresponderán a la cofinanciación FEDER.
El cambio climático afecta la presencia de plagas y enfermedades en agricultura
A pesar de que es algo que no dejamos de oír, parece que no escuchamos:
El planeta se calienta.
Sí, el calentamiento global es cada vez más evidente, y ello se deber principalmente al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) tales como el CO2, N2O, CH4… en la atmosfera, los cuales generan un aumento de las temperaturas del aire y del océano.
Este calentamiento global afecta a todos y cada uno de nosotros, pero especialmente el sector agrícola es más sensible al mismo, ya que éste genera las condiciones idóneas para el desarrollo de plagas y enfermedades.
Hablamos de que estos enemigos naturales podrían afectar entre el 12 y el 13 por ciento del rendimiento de los 8 cultivos de mayor impacto para la alimentación y la industria, los cuales ocupan más de la mitad de la superficie cultivada en el MUNDO.
Que el cambio climático afecta a la presencia de plagas y enfermedades en los cultivos es toda una realidad. La modificación de las temperaturas, la humedad y los gases de la atmósfera, en especial del GEI, favorecen el crecimiento de hongos e insectos.
Tanto el efecto de las altas precipitaciones y vientos, como la sequía sobre la población de insectos, van a ser factores influyentes en la dinámica de poblaciones, tasa de reproducción y sobrevivencia de otros organismos tales como araña roja, termita, garrapatas…. Parecen ser los responsables principales de la aparición de plagas en agricultura.
El medio ambiente se desmorona y desafortunadamente, hoy en día, los cambios extremos del clima inciden en las modificaciones relacionadas con la dispersión de insectos o plagas, así como en la alteración en la población de insectos benéficos para el control de plagas.
Se trata de fenómenos de origen natural y ocasionados como decíamos por el cambio climático que estamos experimentado.
Lo fundamental para un correcto control biológico de esta situación es llevar a cabo la correspondiente gestión integrada de manos de expertos que puedan en la medida de lo posible anticiparse a cualquier posible infestación de plagas o enfermedades ocasionadas por nuestro mal trato al medio ambiente.
La agricultura española amenazada por los acuerdos de la Unión Europea con Países Terceros
Son muchos los productores españoles los que ven en estos pactos de la Unión Europea con países terceros una amenaza para el sector hortícola español.
Esto es motivado por el evidente crecimiento de la competencia del exterior en el mercado comunitario que marcan la política de precios y dificultad apostar por el cultivo ecológico.
Las quejas de estos profesionales no recaen en los recientes pactos comerciales con Canadá o Japón, los cuales no ofrecen competencia agrícola, sino en los que impulsan la ya creciente entrada de cítricos y otras frutas de Sudáfrica, Egipto o Marruecos; flores de Kenia o plátanos de Ecuador, que, para más inri, coinciden en parte con las campañas españolas.
La España que hace años recibía el apelativo de “la huerta de Europa”, ahora se encuentra a la espera de ver qué pasa con el otra vez aplazado Brexit, las negociaciones con Mercosur y la subida de aranceles de Estados Unidos a la aceituna de la UE -que ahora puede extenderse a cítricos, vino y queso- y los de Brasil al ajo.
En definitiva, estos acuerdos favorecen poco o nada a los productores españoles, quienes ven cada vez más como se les pone la zancadilla, no pudiendo dar salida a sus productos. O bien si lo hacen, bajo un precio irrisorio con el que ni se puede hacer frente a los gastos propios de la producción.
A todo ello hay que añadir el hecho de que esta situación puede acarrear además la entrada de plagas, como ha sucedido con la “mancha negra” de los cítricos detectada en partidas procedentes de Sudáfrica, o productos de dudosísima calidad como es el caso de la miel china.