El abono y el estiércol bien podrido que se añaden al suelo le proporcionan los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan saludablemente y produzcan raíces fuertes y abundantes frutos y flores. Es por ello, que precisas alimentar tus plantas. Cada grupo de plantas precisa distintas cantidades de los principales elementos alimenticios como el potasio, el nitrógeno y el fósforo.
Los rododendros o azaleas se reproducen por semilla y también se multiplican por via vegetativa mediante estacas, acodos e injertos. Veremos a continuación las diferentes técnicas de reproducción y cuáles son las más adecuados para tener éxito. También veremos cómo y cuando se debe hacer un trasplante y despejaremos las dudas sobre la poda de la azalea.
La tierra es responsable de muchas cosas pues no solo filtra el agua, sino que también les proporcionan un hogar a diversas criaturas y hace que nuestras plantas crezcan y obtengan todos los nutrientes y el agua que precisan para crecer saludablemente. Por tanto, es fundamental conocer el suelo del jardín y enriquecer la tierra de ser necesario.
Si quieres tener un césped verde y exuberante no puedes perderte esta guía rápida en la que obtendrás sencillos pasos para lograrlo. Crea un césped saludable de gran apariencia para impresionar a tus amigos, vecinos y familiares, jugar con los peques o simplemente sentarte en él y relajarte en verano.
Todos vimos alguna vez en la televisión alguna propaganda en donde una familia feliz disfruta de una deliciosa barbacoa en un césped maravillosamente verde. Pero, sabemos que la realidad es otra historia. Si tienes patio como yo, probablemente, alguna vez hayas visto alguna que otra mancha amarillenta donde el perro ha hecho sus necesidades o quizás parches de césped afectados por plagas y enfermedades. Bueno, todos estos problemas comunes del césped y más, pueden solucionarse.
Para nosotros, la jardinería forestal es sumamente importante, pues existen muchas razones por las que los árboles deberían aparecer con frecuencia en nuestros jardines. Si nos ponemos a pensar en ellos, existe una inmensa cantidad de beneficios que nos proporcionan. Los árboles desempeñan funciones útiles y vitales, pues más allá de producir frutos, mejoran el clima, preservan el suelo, conservan el agua, mejoran la calidad de aire, apoyan la vida silvestre, absorben el dióxido de carbono y, como si fuera esto poco, producen el oxígeno que respiramos.
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