Palmera washingtonia o Palmera de California Artículo Publicado el 01.10.2014 por Carolina
Conocida también como washingtonia filifera o whasingtonia de California, esta palmera es una de las especies ornamentales más utilizadas en los jardines mediterráneos.
Su origen se localiza en las zonas subdesérticas de California y en norte de México, por lo que se trata de una especie acostumbrada a disponer de poco agua y a los cambios de temperaturas extremos. Eso sí, las heladas no deben ser constantes pues podrían dañarla seriamente.
Al parecer, debe su nombre a George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos a quien se le homenajeó de esta particular forma. Se trata de un árbol de gran porte ya que los ejemplares adultos superan los veinte metros de altura, llegando en algunos casos a los treinta metros.
Se reconoce por sus hojas palmeadas (divididas en unos cincuenta segmentos) de hasta dos metros de diámetro. A medida que la planta crece las hojas se van secando formando una protección natural del tronco y de las nuevas hojas.
Florece a principios de la primavera (entre los meses de febrero y marzo) produciendo unos pequeños ejemplares hermafroditas de color blanco y profundo olor. Se presentan en largas inflorescencias de tres a cinco metros.
Su fruto es ovalado y de color marrón. No es muy carnoso, por lo que es poco utilizado como recurso culinario.
Si queremos plantar este tipo de palmera debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Debes contar con espacio suficiente para que la planta se desarrolle sin problemas. Podemos tenerla en una maceta, pero lo suyo en un jardín (dado las dimensiones referidas de los ejemplares adultos)
- El lugar en que se vaya a ubicar puede estar a pleno sol, pues resiste bien la luz directa.
- Prefiere tierras fértiles y bien drenadas, pero se adapta a todo tipo de variables. Si el suelo del que disponemos es arcilloso o muy pobre debemos enriquecerlo antes de plantarla y agregarle sustrato de manera periódica. Igual ocurre con los terrenos salinos.
- Aunque la solemos asociar a las zonas costeras, debemos prestar atención pues los aires marinos pueden quemar sus hojas.
- Se trata de una especie que resiste bien la sequía, y que no soporta el exceso de humedad, que puede provocar la aparición de hongos o pudrirla. De ahí que nuestros riegos deben ceñirse, casi exclusivamente, al verano y debe ser con poca cantidad de agua.
- Se multiplica por semillas y estas germinan rápidamente. Para ello, lo más recomendable es comenzar la cría de esta palmera en maceta y luego trasplantarla al suelo definitivo. Las semillas se encuentran con facilidad y son muy asequibles pero hay que invertir mucho tiempo antes de que podamos disfrutar de nuestra palmera. Si queremos disponer de ella rápidamente debemos comprar un ejemplar joven en un vivero.
- No requiere ningún cuidado especial para trasplantarla, podemos hacerlo incluso a raíz desnuda.