Preparar un plaguicida natural con cola de caballo Artículo Publicado el 02.07.2015 por Javi

El calor además de las flores y los frutos nos trae también el renacer de los insectos. Durante la primavera y el verano es el momento en el que más fácil es que alguna plagua acabe contaminando nuestras plantas. Es el momento pues de preparar las defensas del jardinero u horticultor, defensas que mayormente se basan en productos caros y que en ocasiones pueden ser poco o nada respestuosos con el medio ambiente. Queremos presentaros un plaguicida que contrariamente a los comerciales os resultará efectivo, saludable y desde luego muchísimo más económico.

Tan económico que en realidad su coste es prácticamente cero o puede llegar a serlo. Todos conoceréis el Equisetum o cola de caballo, un peculiar y antiquísimo género de plantas que se encuentra sobre la Tierra desde el periodo Devónico, hace la friolera de casi 400 millones de años. Un verdadero fósil viviente, pues bien él es el protagonista principal de nuestra historia.

Seguramente también conocéis la cola de caballo por sus grandes propiedades diuréticas que lo hacen un recurso muy recomendable para tratar naturalmente los procesos patológicos que cursan con retención de líquidos. Pues además de ser un excelente diurético que evita la pérdida de minerales del cuerpo al ejercer sus virtudes, el equiseto o cola de caballo es también un magnífico tratamiento contra pulgones, cochinillas y enfermedades fúngicas.

Para tratar nuestras plantas ornamentales o nuestra huerta necesitaremos hacer una decocción de cola de caballo. Podemos hacerla con cola de caballo fresca o seca. En el primer caso necesitaremos 1 kilogramo de tallos picados de equiseto que colocaremos en un recipiente con 10 litros de agua durante 24 horas. A continuación herviremos la infusión durante 20 minutos a fuego moderado. Si usamos la planta seca haremos el mismo proceso pero sólo serán precisos 150 gramos de cola de caballo para esa cantidad de agua.

Filtraremos la infusión y la colocaremos en una botella pulverizadora. Aplicaremos sobre las plantas en las primeras o últimas horas del día durante tres días consecutivos. Al cabo de tres semanas podemos repetir el tratamiento. Se puede aumentar el efecto plaguicida si mezclamos esta decocción con otra de ortigas.