¿Qué es el humus? Artículo Publicado el 01.04.2014 por Javi

Muchas veces hemos leído o escuchado esta palabra pero tal vez no tengamos claro qué significa exactamente. El humus es el conjunto de la materia orgánica descompuesta, formada básicamente por carbono procediente de organismos vivos, que encontramos en el suelo en formas más o menos elaboradas.

La tierra rica en humus es generalmente oscura, fresca y rica. En cambio la tierra con poco humus es de color claro, seca, sensible a la compactación y pobre. Aunque pueden existir suelos ricos en humus de color claro y pobres de color oscuro.

El suelo ideal se compone de humus, arena y arcilla o piedra caliza. En la estructura del suelo el humus ocupa la capa más superficial del suelo. Es fundamental mantener esta estructura para tener un suelo sano.

El humus se origina por la degradación de la materia orgánica fresca, restos vegetales, animales muertos, estiércol y exudados de las raíces, por la acción de microorganismos, hongos y la microfauna que puebla el suelo. Este proceso se denomina humificación y requiere ciertas condiciones como temperatura y humedad adecuadas, pH casi neutro, aireación y otras. Por tanto es imprescindible que el suelo esté vivo para que se produzca la humificación, se necesita materia orgánica y microorganismos que la descompongan y la conviertan en humus.

El humus es esencial para la estabilidad y la fertilidad del suelo. Un suelo sin humus es un suelo muerto en el que nada puede crecer a menos que añadamos fertilizantes. El humus nutre a las plantas aportándoles los nutrientes que precisan y cuando los precisan. El humus no es una materia estable, al contrario siempre está en constante transformación y de ahí que en cada momento pueda aportar distintos nutrientes a la planta.

Para conseguir que nuestro suelo tenga su correspondiente capa de rico humus podemos llevar a cabo algunas acciones propiciatorias.

• Evitar el uso de pesticidas es fundamental ya que afectan a la fauna que puebla el suelo.
• Aportar materia orgánica al suelo con regularidad, acolchado con restos vegetales, estiércol, abono verde, ramas trituradas y fertilizantes orgánicos, para que los microorganismos y la fauna del suelo tengan una buena base para desarrollar el humus.
• Evitar los trabajos de la tierra demasiado profundos para no desestructurar el suelo.

Fotos: gerbeaud.com