¿Qué hacer con un suelo arenoso? Artículo Publicado el 18.09.2013 por Javi

Constatamos tras las pruebas pertinentes que el suelo de nuestro jardín o huerta es arenoso. Para ello lo hemos sometido a las pruebas conocidas, hemos vertido agua sobre él y hemos visto que el agua drena inmediatamente. Al tacto el suelo arenoso es difícil de sostener en la mano cuando está seco, se desliza rápidamente. Y cuando colocamos un poco de tierra arenosa en un frasco con agua el precipitado es inconfundible.

La arena se decanta rápidamente en el fondo del tarro y el agua queda más o menos turbia según la cantidad de materia orgánica que contenga el suelo. Bien, ahora viene la cuestión más importante ¿qué podemos hacer si tenemos este tipo de suelo?

No es el suelo ideal, por supuesto, pero le podemos sacar un extraordinario partido. El suelo arenoso hemos de tener en cuenta que se caracteriza sobre todo por su alta capacidad de drenaje. Como sabemos esto es un punto positivo para gran cantidad de plantas. Contamos pues con una baza muy interesante. Pero esta cualidad tiene su cara negativa, esa facilidad de drenaje implica que la materia orgánica que contiene el suelo tiende a perderse fácilmente con los riegos y las lluvias. El agua se va rápidamente y arrastra con ella la materia orgánica en dilución.

No desesperemos, el suelo arenoso es un buen soporte para cultivar rosales y bulbos. Y sobre todo es ideal para una gran cantidad de verduras y hortalizas. Todas las hortalizas de raíz y tubérculo crecen y se cosechan muy bien en este tipo de suelo, zanahorias, nabos, patatas y demás. Para la lechuga, fresas, maíz, calabazas y muchos más. La principal precaución que tendremos con este suelo tan fácil de trabajar, otra importante ventaja, es realizar constantes y regulares aportes de materia orgánica, compost, estiércol, harinas de pescado y otros.

Fotos: eartheasy.com ; anneofgreengardens.com