¿Qué puedo hacer con mi suelo arcilloso? Artículo Publicado el 06.09.2013 por Javi
El conocimiento del tipo de suelo del que dispone en su jardín o huerta es un dato imprescindible que usted precisa conocer. Porque según el tipo de suelo de que disponga podrá tomar unas decisiones u otras, podrá cultivar un tipo de plantas determinado a las que les resultará más fácil crecer. También podrá tomar decisiones en cuanto a los complementos nutritivos que deberá aportar según el suelo de que disponga y las acciones que habrá de ejecutar si quiere cultivar plantas que no sean las más adecuadas para su tipo de suelo.
En primer lugar usted deberá constatar que el suelo de su parcela es arcilloso. Para ello puede usted realizar diversas inspecciones y pruebas analíticas. A simple vista un suelo arcilloso se percibe como un suelo macizo, poco suelto. Puede ser más o menos rojizo, la arcilla va del blanco al rojo, no lo olvidemos.
Cuando está seco el suelo arcilloso es muy duro y grumoso. Un terrón seco de tierra arcillosa es duro como una piedra. Cuando está mojado es muy pegajoso y pesado, absorbe mucha agua y si usted coge un puñado de barro en su mano verá cómo adopta su forma y no la pierde luego pues la arcilla es un material plástico. Los suelos arcillosos drenan mal y retienen mucha humedad. Si el suelo está bien drenado y es suficientemente rico en nutrientes se le puede sacar un buen partido.
Con un test puede usted ver cual es la composición de su suelo arcilloso y la cantidad de nutrientes que tiene. Las acciones imprescindibles para sacar un buen rendimiento a un suelo arcilloso son trabajar sus dos puntos flacos, el drenaje será la primera labor a realizar. Es un suelo que necesita contar siempre con un buen sistema de drenaje para eliminar ese agua que retiene con tanta facilidad. Y el otro punto flaco del suelo arcilloso es el bajo contenido en materia orgánica, por tanto deberá realizar aportes regulares y abundantes de materia orgánica, tipo compost, estiércol, humus de lombriz, etc…
Fotos: eartheasy.com