Récords sorprendentes del reino vegetal Artículo Publicado el 01.10.2015 por Javi

El reino vegetal está formado por una enorme variedad de plantas y árboles. Solemos verlo como algo monolítico y uniforme pero podemos encontrar verdaderas maravillas que nos asombran por sus dimensiones, edad y otras cualidades.

Los árboles son los gigantes del reino vegetal de forma indiscutible. Pero algunos árboles son excepcionales por su altura y contorno. El árbol más alto del mundo es un ejemplar de secuoya, Sequoiadendron sempervirens, que alcanza los 112 metros de altura. Otro ejemplar de secuoya perteneciente a otra variedad, Sequoiadendron giganteum, tiene el record de volumen. Su tronco mide 31 metros de contorno y se le calcula un volumen de 1487 metros cúbicos, es con toda probabilidad el organismo vivo más grande del planeta.

Los árboles son también los que lideran el récord de longevidad del reino vegetal. Aunque es difícil otorgarle el título de planta más vieja del mundo a un ejemplar en concreto sabemos que baobabs, cedros japoneses y ciertos pinos (Pinus longaeva) pueden alcanzar los 5000 años de edad.

Hablando de edades también hay que destacar las especies vegetales que aparecieron sobre el planeta antes incluso que los dinosaurios. Así el Gingko biloba por ejemplo apareció a finales de la era primaria siendo la especie arbórea más antigua del planeta y único representante de su familia. Los helechos, las cicadáceas, la cola de caballo gigante y las araucarias son plantas que están presentes en la tierra desde el Triásico y el Jurásico.

Consideramos que las plantas son de lento crecimiento pero algunas destacan por lo contrario. La Victoria amazonica es una planta acuática que en 6 días es capaz de transformar incipientes brotes en hojas de 90 cm de diámetro. Hojas que en la planta adulta pueden alcanzar los 3 m de diámetro.

El aro gigante o bunga bangkai, Amorphophallus titanum, con sus 3 m de altura y 70 kg de peso es considerada la flor más grande del mundo. Esta planta acumula dos récords más, la que produce el tubérculo más grande, 130 kg de peso, y también la flor de aroma más nauseabundo con su olor a carne podrida que atrae a los insectos.

Y si nos referimos a resistencia hay que hablar de los líquenes. Destaca su capacidad para soportar temperaturas desde -70C hasta 70ºC. En este capítulo también podemos colocar a un ejemplar de gingko biloba localizado en Hiroshima que brotó de nuevo tras la explosión de la bomba nuclear lanzada sobre la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.

En este sentido también podemos hablar de los musgos antárticos que los científicos han conseguido resucitar tras 1530 años de congelación. O semillas que han vuelto a germinar tras permanecer 31000 años en el permafrost siberiano, en concreto semillas de Silena stenophylla, una pequeña planta herbácea de flores blancas.