Reglas básicas para el jardín en primavera Artículo Publicado el 19.02.2014 por Javi
Con la primavera a la vista los aficionados a la jardinería, sobre todo los menos expertos, se encuentran ansiosos como el atleta antes de iniciar su carrera, hay muchas ganas de empezar a trabajar en el jardín tras el parón hivernal. Pero debemos refrenar un poco nuestra ansia y hacer un repaso de las normas básicas que nos garantizarán el éxito en nuestros cultivos.
Iniciaremos los trabajos de la tierra sólo cuando el terreno lo permita, es decir cuando tenga un grado de humedad bajo, pisar y trabajar un terreno demasiado húmedo sólo servirá para crear una capa pétrea que desestructurá la tierra.
Si nuestro terreno está demasiado húmedo será conveniente iniciar los cultivos en cama elevada, el terreno se secará antes y también alcanzará antes la temperatura adecuada.
Siga los calendarios de cultivo para su zona geográfica cultivando antes las plantas que pueden soportar mejor el frío y que no toleran el calor excesivo, así cuando llegue el pleno verano ya las habrá cosechado (guisantes, cebollas, acelgas, espinacas y lechugas). Cultive más tarde las plantas que no toleran en absoluto el frío.
Debes conocer las peculiaridades de las plantas que quieres cultivar, tanto en lo que se refiere a resistencia al frío como al calor. Hay plantas como las peonías que no florecen en las zonas geográficas de inviernos suaves.
Si inicias tu cultivo en semilleros de interior deberás acostumbrar progresivamente las plántulas al sol y calor del exterior.
Aprovecha lo que produce la propia naturaleza, el mejor abono que puedes usar para fertilizar tu jardín es el compost que puedes elaborar tú mismo.
Riega profundamente, cuando no ha llovido en cierto tiempo un riego superficial no es suficiente, el agua debe llegar a las raíces y procura no mojar las hojas.
Aplica la rotación de cultivo ya que si plantas lo mismo en el mismo lugar la planta acabará pronto con las reservas de nutrientes del suelo. Además la transmisión de enfermedades es también mucho más fácil así sobre todo en cultivos como los tomates.
Poda a principios de primavera los arbustos que florecen en verano como la abelia y la budleja o arbusto de las mariposas.
Y recuerda que las hortensias son la excepción pues aunque florece en verano debes podarlas en otoño, salvo alguna variedad de floración otoñal como H. paniculata que se podan a finales de invierno o principios de primavera.
Fotos: hgtv.com