Reproducción de arbustos por acodo Artículo Publicado el 25.10.2014 por Javi

Multiplicar arbustos por acodo es una técnica sencilla que está al alcance de cualquiera. Mediante esta práctica podemos multiplicar cualquier arbusto lo suficientemente flexible como para poder enterrar alguna de sus ramas en el suelo y dejar que produzca raíces. Vamos a ver el paso a paso de este procedimiento.

Necesitaremos clavar un tutor en el suelo para atar la rama y dirigirla hacia el suelo. Como decíamos la rama debe ser flexible para posibilitar esta acción, buscaremos las más tiernas y flexibles para aumentar las posibilidades de éxito. Con los arbustos demasiado leñosos será imposible recurrir a esta técnica. Rododendros, glicinias, hortensias, clemátides y durillos o laurel salvaje son algunos de los arbustos con los que podremos poner en práctica este procedimiento.

Revisaremos el área de tierra sobre la que recae la rama y la limpiaremos para retirar las malas hierbas y cualquier rastro de hierbas secas u hojas que pudieran molestarnos. Mediante el acodo obtendremos magníficos resultados, mucho mejores que con la reproducción por esquejes. La mejor época para practicarlo es al comienzo del verano.

Mediremos unos 20 cm desde el extremo de la rama y a partir de ahí quitaremos las hojas en otros 20 cm de la misma. Haremos un corte muy superficial en la corteza de la rama y la enterraremos ligeramente por dicha zona.

Cubrimos la rama con tierra y la fijamos en su sitio con una piedra grande o con un gancho de alambre.

Regaremos regularmente el acodo, al mismo tiempo que regamos el arbusto por ejemplo. Dejaremos pasar el tiempo pertinente, de dos meses a un año según arbustos. Una vez pasado ese tiempo, podemos comprobar el correcto enraizamiento antes, cortaremos la unión con el arbusto madre. Si lo deseamos podemos trasplantar el nuevo arbusto pero ten en cuenta que los 20 cm de rama que enterraste en un principio habrán enraizado en su totalidad, hay que escarbar bien y con cuidado.

Fotos: gerbeaud.com