Siembra tus girasoles a partir de semillas Artículo Publicado el 29.04.2015 por Javi

Además de altamente decorativos los girasoles son una buena elección para introducir a los niños en la jardinería. Es un cultivo bastante fácil y les enseñará que las plantas son seres vivos que crecen y se mueven. Aunque todas las plantas se mueven el heliotropismo de los girasoles es muy evidente y fácil de observar. Veamos pues cómo podemos tener nuestros girasoles tan solo sembrando unas pocas semillas.

La primavera es el momento idóneo para el cultivo del girasol y sólo necesitaremos para ello unas macetas pequeñas, de unos 7.5 cm de diámetro, sustrato corriente, las semillas, unas botellas de plástico, una regadera y un marcador.

Rellenamos las macetas, tantas como girasoles queramos obtener, con el sustrato. Una vez llena la maceta comprimiremos un poco el sustrato para que quede firme.

Ahora sembraremos una semilla de girasol en cada maceta ya que son bastante fiables y su tasa de germinación es muy elevada. La introduciremos en el sustrato para que quede cubierta por una capa de unos 1.5 cm.

Etiqueta las macetas con un palito de madera o cualquier otra cosa parecida que tengas a mano escribiendo en ellos el nombre de la planta. Riega con una regadera o una botella hasta humedecer bien el sustrato de las macetas.

Cortamos las botellas de plástico que precisemos y las colocamos sobre las macetas. Serán los pequeños invernaderos que harán germinar nuestras pipas de girasol aunque el tiempo aún sea un poco fresco. Cuando ya no haya peligro de heladas podemos sacar las plantas al exterior ya que el girasol necesita mucho sol. El lugar final que escogeremos para trasplantar los girasoles debe ser un lugar bien soleado y libre de corrientes de aire. La profundidad del hoyo donde trasplantemos la plántula dependerá de la variedad de girasol que hayamos elegido, ten en cuenta que algunas variedades gigantes pueden llegar a los 2 y 3 metros de altura.