Tips para un jardín orgánico Artículo Publicado el 21.09.2012 por Libelula

Tener un jardín orgánico, se refiere a la forma de manejo y control del mismo, en este caso es natural. Se trata de darles a las plantas las mejores condiciones para fortalecer sus defensas y hacerlas más resistentes. La aparición de una plaga manifiesta una situación de desequilibrio ya que en la naturaleza los animales se autocontrolan entre sí. De este modo mantienen el equilibrio y ninguno domina la población de otro.

Tener un jardín orgánico requiere de tareas especiales y atenciones que en otros casos no tomaríamos. Hay ciertas claves y tareas a realizar así como también tips a la hora de elegir las plantas que harán de nuestro jardín un jardín orgánico, como son:

1. Realizar la rotación del suelo con cuidado ya que los microorganismos que trabajan sobre la superficie no son los mismos que se encuentran a una profundidad de 40 centímetros.
2. Fundamentar la plantación en una diversidad vegetal.
3. Basar los cultivos en asociaciones de plantas que se beneficien mutuamente.
4. Aplicar la técnica de mulching sobre canteros para evitar la pérdida de agua y ayudar a proveer nutrientes.
5. Utilizar el compost como principal fertilizante y agregar complemento de purín en diferentes plantas.
6. Contar con plantas trampa que atraen a los insectos y evitan que ataquen especies ornamentales. De este modo lograremos que nuestro jardín se autorregule y las poblaciones de insectos disminuyan. Así será menor la intensidad de los ataques.

Asimismo, algunas especies actúan a modo de repelente alejando a nematodos, orugas, pulgones y chinches. Este es el caso de ciertas especies aromáticas (salvia, romero, orégano, menta, ruda, albahaca) y florales (caléndula, copete y lavanda). La ortiga también es una aliada ya que funciona como planta huésped de insectos. Además, con sus hojas se puede preparar una solución que previene su ataque.

La lavanda, el romero, la salvia y la ruda repelen insectos en general. El taco de reina y la caléndula ahuyentan a las chiches y los pulgones. Y los copetes evitan el ataque de nematodos y vaquitas.