Trasplantar arbustos Artículo Publicado el 03.04.2012 por Jorge
Por diversas razones, hay ocasiones en los que nos vemos obligados a hacer un trasplante y dependiendo del tipo de planta que queramos trasplantar, la técnica será diferente.
Lo primero que se hace es atar las ramas con una cuerda para poder trabajar cómodamente en la base del arbusto, también debemos asegurarnos de que la tierra está húmeda, no seca. Después iremos cavando alrededor del arbusto profundizando poco a poco hasta que el cepellón quede suelto. El cepellón se envuelve con un plástico duro, una tela de arpillera, una lona, etc., y lo atamos fuerte para evitar que se desmorone. Es muy importante que el cepellón no se rompa si se trata de arbustos perennes.
Se planta en su nueva ubicación haciendo un buen hoyo y mezclando la tierra con un abundante abonado orgánico (estiércol, mantillo, turba, etc.), para que las raíces se encuentren con un entorno esponjoso, mullido, aireado y rico en nutrientes.
Una vez trasplantado se le da una poda cortando el tercio superior de las ramas o incluso a la mitad de su longitud.
El trasplante es un proceso traumático para el arbusto, por lo que el riego no debe faltarle en ningún momento, ya que su sistema radicular queda muy débil.
Imágenes: planfor.es, jardinplantas.com