Trasplantar coníferas Artículo Publicado el 01.11.2012 por Libelula
El trasplante de las coníferas se realiza en otoño y principios de primavera. Es de suma importancia que las raíces se saquen con el pan de tierra envuelto en arpillera u otro material para evitar que rompa.
Así, se garantiza el éxito del trasplante. Es esencial saber el lugar al que se trasladará la planta. Si estará muy desprotegida, lo más conveniente es trasplantar ya entrada la primavera, cuando no existan riesgos de heladas.
El frío le impide adaptarse a este tipo de plantas. Las raicillas se helaran y no podrán satisfacer los requerimientos de agua. De esta manera la planta morirá por deshidratación. Esta práctica se realiza a fines del verano y el otoño, para tener una producción renovada de raicillas.
Lee con atención estos consejos prácticos para hacerlo:
- Abrir una zanja alrededor de la mitad de la planta. El terrón que se va a extraer deberá tener un diámetro de 90cm para una planta de entre 2 y 3 metros. A mayor altura de la planta, más grande el diámetro.
- Una vez abierta la zanja, cúbrala con compost o tierra buena y espere 45 días mínimo.
- Posteriormente, repita en la otra mitad al tiempo que trasplanta. El pozo donde se ubicará el ejemplar, deberá haber sido hecho con anterioridad, y tener mucho mayor ancho que el diámetro del pan de tierra, descartando toda la tierra de mala calidad. En el momento de la plantación es vital el uso del pisón para compactar la tierra.
- Dejar una buena palangana para el riego y tutorar.
- Regar lentamente, agregando una buena cantidad de agua.
- Mantener la tierra húmeda los primeros días del trasplante.
- Realizar riegos con hormonas enraizantes (se agregan diluidas en agua) que ayudarán a dar nuevas raicillas.
Foto: uktank.org