Trastornos fisiológicos de las plantas Artículo Publicado el 19.04.2017 por Javi
Las enfermedades de las plantas pueden deberse tanto a agresiones por parte de bacterias, virus u hongos como a factores físicos y ambientales. Los trastornos fisiológicos se deben a excesos o carencias en lo que respecta a las necesidades esenciales para el crecimiento de las plantas como son los nutrientes, la luz, el agua y el aire.
Los trastornos fisiológicos se combaten principalmente con conocimiento y buena voluntad. Hemos de conocer las necesidades de cada planta y cubrirlas para que pueda crecer y desarrollarse de forma normal. Ofrecerles un medio ambiente favorable y no empecinarnos en cultivar plantas que necesitan climas totalmente diferentes al nuestro, excepto claro está si podemos reconstruir artificialmente dichas condiciones.
Vamos a ver algunos síntomas típicos que nos dirán que una planta está sufriendo un trastorno fisiológico y cómo podemos resolverlo.
Síntoma: Los tallos crecen de manera exagerada. Las hojas más viejas se alargan mucho y las jóvenes no llegan a desarrollarse.
Causa: Falta de luz o exceso de nitrógeno.
¿Qué hacer?: Colocar a la planta en un lugar más luminoso. Disminuir la cantidad y/o la frecuencia de fertilización.
Síntoma: Las hojas más viejas se enrollan y las más jóvenes no se desarrollan bien.
Causa: Exceso de luz.
¿Qué hacer?: Trasladar la planta a un lugar más sombreado.
Síntoma: Los tallos se oscurecen y se acaban pudriendo. Las hojas inferiores se marchitan y doblan.
Causa: Exceso de humedad
¿Qué hacer?: Reducir la frecuencia de riego. Asegurarse de que el orificio de drenaje no está obstruido. Retirar el plato de debajo de la maceta o vaciarlo cuando reguemos.
Síntoma: Las puntas de las hojas se oscurecen y se marchitan. Las hojas inferiores amarillean y caen.
Causa: Riego escaso.
¿Qué hacer?: Regar hasta que salga el agua por el orificio de drenaje. No volver a regar hasta que el sustrato esté seco.
Síntoma: Los bordes de las hojas se encogen y se tornan de color marrón.
Causa: Poca humedad
¿Qué hacer?: Aumentar la humedad ambiental con pulverizaciones regulares sobre la planta o colocar un plato o bandeja con piedras bajo la maceta.
Síntoma: La planta no florece o muy poco. Follaje muy denso.
Causa: Exceso de fertilización, sobre todo de nitrógeno.
¿Qué hacer?: No usar fertilizante rico en nitrógeno durante el periodo de crecimiento. No abonar cuando la planta está inactiva.
Síntoma: Las hojas inferiores amarillean y se caen. Las hojas nuevas no se desarrollan y los tallos dejan de crecer.
Causa: Falta de fertilización.
¿Qué hacer?: Abonar en la fase de crecimiento.
Síntoma: Las hojas amarillean, se doblan y marchitan.
Causa: Exceso de calor.
¿Qué hacer?: Cambiar la planta a un lugar más fresco.
Síntoma: Aparecen manchas amarillas o marrones en las hojas.
Causa: Mojar las hojas con agua fría.
¿Qué hacer?: Al regar usar agua a temperatura ambiente o incluso un poco templada.
Síntoma: Manchas de color blanco amarillento o marrón en las hojas.
Causa: Quemaduras solares
¿Qué hacer?: Colocar la planta en un lugar luminoso donde no reciba luz directa del sol, sobre todo en las horas de mayor irradiación.
Síntoma: Manchas blancas en la superficie del sustrato o en los laterales de la maceta. Las hojas que tocan el borde de la maceta se pueden marchitar y pudrir.
Causa: Acumulación de sales de fertilizantes.
¿Qué hacer?: Poner las macetas a remojo durante media hora para que las sales se diluyan. Dejar que drenen correctamente.
Síntoma: Las raíces salen por los orificios de drenaje. La planta se marchita o produce sólo hojas pequeñas.
Causa: Maceta demasiado pequeña
¿Qué hacer?: Trasplantar a una maceta más grande.
Excelente información, me ha servido muchísimo, de lo cual estoy muy agradecida, ya que me sacó de muchas dudas .Estoy empezando en la jardinería, es una actividad que me apasiona, nuevamente gracias, y sigan con este lindo proyecto de enseñarnos tantos temas que cubre esta hermosa actividad. Bendiciones.