Usos y cultivo del camedrio Artículo Publicado el 15.08.2017 por Javi
El camedrio es una planta perenne originaria del sur de Europa y del Cáucaso. También se ha naturalizado en Gran Bretaña. No es una planta muy alta, 20-30 cm de altura y su estructura es algo leñosa. En paisajismo es una gran aliada por su crecimiento rastrero y se usa como cubresuelos.
Es ideal para taludes, rocallas e incluso paredes, en viejos muros donde pueda agarrarse quedará sensacional. Sus hojas son pequeñas, de borde aserrado y con el anverso en un brillante color verde. Las flores aparecen en pequeños grupos de 2 a 6 ejemplares. Brotan de las axilas de las llamadas hojas florales y son de color morado o rosado. La planta florece desde mediada la primavera hasta comienzos del verano.
Un uso para el que también funciona muy bien es como seto o bordura de un jardín de hierbas por ejemplo. Debe plantarse a pleno sol en terrenos abiertos de suelos calizos, secos y preferiblemente arenosos. Es, como adivinaréis, una planta muy resistente a la sequía.
Gracias a su color puede combinarse con plantas de tonos rojizos para formar interesantes decoraciones en nuestro jardín. Además, y por si no fueran suficientes sus cualidades ornamentales, es también una gran planta medicinal. Fundamentalmente se usa como diurético y digestivo cuando se ingiere en forma de infusión o tintura. En uso externo tiene sirve para tratar inflamaciones y dolores. Cuando se ingiere hay que tener buena cuenta de la dosis pues puede resultar dañina para el hígado.
Para aprovechar sus cualidades curativas se cosechan los tallos en verano y se secan en lugar seco y sombreado. Cuando queramos reproducir nuestro camedrio lo haremos por semillas o por división. Ésta última se debe hacer en primavera o incluso en otoño si vivimos en una zona de inviernos suaves.